domingo, 21 de enero de 2007

Zombies

Mi corazón es un zombi.
Un muerto viviente,
que deambula
sin rumbo y sin fin.

Mi mente es un zombi.
Un decrépito ser
que anda sin pensar,
que vive sin vivir.

Soy una zombi.
Una zombi de otoño
que sólo atina
a recoger las hojas,
que, como yo,
sólo se levantan del suelo
por voluntad del aire.

Todo mi cuerpo es un zombie.
Totalmente muerto en vida.
Por ti.

viernes, 12 de enero de 2007

Mas fuerte que el otoño

Eres más fuerte,
mucho más fuerte que el otoño.

Porque el otoño ya se fue,
pero tú... tú aún estás aquí.

sábado, 6 de enero de 2007

Mudas hojas

Todas las tardes
iguales son.
Ninguna sonríe,
ninguna grita.

Todas las calles
permanecen igual.
Ninguna habla,
ninguna canta.

Sólo murmullos,
sólo sollozos,
mudas hojas
que caen sin cesar.

[¿Por qué no
puedo olvidarte?]

martes, 2 de enero de 2007

Tiempo Muerto

Cuando terminé,
palabra a palabra,
de escribir
tres propósitos,
ya el tiempo
había muerto.

Fue tarde.
Sólo se quedaron
en papel.
Como hojas secas
que caen y desintegran.

Uno era no amarte más.
El segundo era, no pensarte más.
Y el tercero...
el tercero era no vivir más.

Pero fue tarde.
Ya el tiempo había muerto.
Se fue el tiempo de amar.
Incluso el tiempo de morir.