martes, 15 de mayo de 2007

Desperté III

Desperté.
Esta vez fue plácidamente.
Sin dolor,
sin confusión.

Desperté
y por primera vez
en mucho tiempo
sentí otra estación
en mi cuerpo.

No frio, ni viento.
Más bien un sol
y un aire cálido
que entibiaron
mi corazón,
mi mirada,
mis manos,
mis senos,
mi vagina,
mi alma
y mi mente.